Después de tanto tiempo, más de uno pensará que se me ha olvidado esto de escribir. Y ¡ojo! que motivos tienen ya que últimamente os tengo muy desatendidos por aquí … asinn que toca disculparse y volver a la rutina de presentar locales y contar experiencias. Este post en particular tiene un poco de ambas cosas ya que pretendo hablaros del meeting que organizó Steak Burger Bar para presentar su nueva carta a una serie de bloggeros entre los que me encontraba a la cual llamaron #lacenadelafelicidad. Una experiencia muy agradable que me hizo redescubrir un local que ante la llegada de nuevos vecinos hamburgueseros, había dejado de visitar.
No es que empezaran a hacer las cosas mal, más bien es que otros las hacían mejor (en mi opinión). Tengo la ligera sensación de que hasta ellos mismos se dieron cuenta, por eso se han esforzado en dar un paso hacia delante sacando de paseo ese espíritu inconformista TAN necesario, para lograr una alianza con uno de los mejores proveedores de carne que hay actualmente: «La Finca». Todos o casi todos, conocemos el producto de Jiménez Barbero de sobra, por lo que me ahorro las alabanzas para no aburriros.
Esta renovación tiene dos partes muy interesantes: La primera sería una elección muy acertada de vinos que hace a uno replantearse cambiar el típico «maridaje» cervecero por una copa de Juan Gil 4 meses (u otros vinazos). Y la segunda reside en la importancia que tiene el propio personal de la franquicia. Lejos de contratar a un chef que les asesore gastronómicamente y adoctrine a los cocineros cómo si fueran simples robots, han optado por dar a estos últimos la posibilidad de presentar sus propias creaciones. Todo un acierto cómo pude comprobar en la gastro-bacanal que nos prepararon y que paso a contaros.
El chouw empezó con una demostración de producto a través de un espectacular Tataki de @carnedelafinca. Un plato con un sabor muy serio. De esos que te llegan hasta lo más jondo del corazoncito para sacarte una sonrisa eterna de felicidad. Carne TOP con una salsa flipante e imprescindible que dio paso a unos Nachazos con chili que daban ganas de levantarse y tocar las palmas. Este es uno de esos platos creados por el propio personal del steak burger, y he de decir que son de los mejores que he probado en mi vida. Sencillamente deliciosos y con un picante muy particular que los hace sobresalientes a diferencia de los doritos con cosas que sueles encontrarte por hay.
Siguiendo en lo alto nos trajeron la New Jack Burger. Una hamburguesa de categoría que cuenta con carnaca para llorar perfectamente trazada, quesazo Monterrey y una salsa barbacoa con la que relamerse los dedos. Mientras la comía, cruzaba miradas con Iván-@mesadedos, Patsy-@madridseduce, Dani-@planmadrid (que eran los que tenía cerca) para comprobar que no era el único que estaba disfrutando cómo un enano. Todos éramos conscientes de lo que teníamos entre manos … una bicha que va a entrar muy fuerte en el #BurgerRanking porque con cada bocado me daban ganas hasta de abrazarla. Todo un espectáculo con el que flipar y activar la tienda de campaña. YEAH!
Llegados a este punto nos trajeron un … ¡Rib Sandwich! Comer se empezaba a antojar difícil pero por pura «generosidad» (y desinterés jjjj) hice un esfuerzo sobrehumano para hincarle el diente a un producto que jamás se me ocurriría pedir en un burger bar, pero que habiendo probado este, es algo que me debería de replantear. Tomarte un sandwich en una hamburguesería queda raro, o eso es lo que me parece, pero es que la jugosidad de su pulled pork, con ese pan calentito y crujientito es una maravilla que de vez en cuando me va a apetecer tomar seguro. Y además tiene la misma salsa barbacoa y las patatas fritas que la New Jack. LO-CU-RÓN (quien lo diría).
El problema viene cuando estas tan tan tan arriba porque la leche suele ser gorda cuando algo no está a la altura del resto; que fue lo que pasó con la Grill Chicken Burger y la vaca vieja de «La Finca». Dos platos con fallos que chirriaron dentro de un evento memorable cómo fue #lacenadelafelicidad. Entiendo (y espero) que después de oír las opiniones de todos los presentes, han subsanado los errores que pudimos apreciar. Si alguien ha demostrado que puede mejorar, son ellos. Saben escuchar, un gran valor difícil de encontrar en la restauración.
Para terminar nos pusieron la deliciosa cookie que tantas veces me he trajinado en su local de Luchana. Morir por chocolate es un placer casi divino, y con este postre lo puedes llegar a conseguir. Deliciosa aunque debo de admitir, que si me quedo con un postre de su carta, me quedo con una acongojante cheesecake casera. De las cinco mejores que he probado en Madrid porque lo tiene todo: sabor a quesazo, textura, galleta casi deshecha y una confitura deliciosa. La hace un abuelete que tengo ganas de conocer para darle un beso en los morros y acto seguido pedirle la recete. BRU-TAL.
Habría varios y buenos titulares para describir esta velada, pero si me quedo con uno, que es el que he utilizado para enunciar este post. Cómo se diría en mi pueblo: con buena minga, bien se fo… pero es incuestionable que gracias a esta alianza Steak Burger (que no se había ido) ha vuelto para quedarse y dar mucha muuuucha guerra. Sitio de calidad por algo menos de veinte euros con el freno de mano echado, y sobre unos veinticinco pidiendo el full equipe. Muy razonable y más para aquellos amantes de las burgerporn o foodporn. Aquí hay mucho de eso.
Tienes combinaciones muy interesantes y recomendables para pedir cómo la de tataki (a compartir), Rib Sandwich y cookie. Pero la ganadora para mi sería nachos (a compartir), hamburguesa (tenéis que probar la melting o la gorgonzola) y tarta de queso. De los que estuvimos probando la nueva carta aquella noche, alguno ya ha vuelto (yo lo haré muy pronto). La pregunta es, ¿cuando te acercas tu?